Los informes anuales de las finanzas públicas nacionales son una gran fuente de análisis, en este espacio abundaremos las estimaciones a inicio de año, los resultados a finales y la evolución que han tenido éstas en este sexenio, específicamente los resultados de 2013, 2014, 2015, 2016 y 2017. En otra entrada trazaremos un histórico de la deuda, consultaremos las Cuentas desde 2001 para ver como esta ha crecido.
*Las gráficas (de creación propia) y los datos, obtenidos con información del portal de la SHCP , y en su caso, de INEGI.
La información que voy a usar esta al alcance de cualquiera con una conexión a internet, pero la gran cantidad de documentos, párrafos interminables y muchos datos sueltos me impulsan a simplificar y a presentar esto de forma más accesible.
Se nos ha vendido la idea de que contamos con una Secretaría compuesta por profesionales altamente calificados que dirigen las finanzas nacionales, los cuales han tenido similares políticas desde el sexenio de Carlos Salinas (1988-1994) pero sucesivos gobiernos con graves acusaciones de corrupción e incompetencia en general le restan toda credibilidad a la institución, peor aún, los índices de pobreza que no ceden de forma sostenida la merman aún más, no tanto con los inversionistas extranjeros, sino con los connacionales.
Veamos, las tareas del gobierno mexicano son muchas, de las cuales es raro encontrar una que sea bien hecha, o que al menos cuente con el presupuesto necesario, ¿cómo pagar todos los servicios ofertados por el gobierno? Bueno, hay diferentes formas de hacerlo, una de ellas es aberrante: cooptar al banco central para que a través de emisión monetaria se financie el déficit público, pero eso crea una severa inflación y eso ya lo hemos visto aquí en México en los 70's y 80's. Otra, es endeudarse para poder sostener esos compromisos; una opción es revisar las partidas presupuestales para eliminar gastos innecesarios. Y también están las soluciones ofrecidas por este gobierno a partir de 2014: aumentar impuestos y la base fiscal de la cuál se recauda, lo cual es muy impopular en nuestro país. Se logró recaudar más -y por ende gastar en la misma proporción- pero ni así se lograba cubrir todo el gasto, peor, indignantes escándalos de desvío de recursos (no hay espacio para citar tantos) y encima, se siguió recurriendo a deuda. Al fin, según la Cuenta Pública 2017, se logró recaudar el equivalente al 30% del PIB (si nos comparamos con Brasil, con quienes gustamos hacerlo, su gobierno recauda al menos 30% del PIB desde 2010).
La trayectoria de crecimiento de los egresos tiene dos perspectivas, lo que se aprueba y lo que se ejerce, y del lado de los ingresos, lo que se estima y lo que se recauda. Los ingresos han sido continuamente subestimados y el ejercicio de gastos siempre sobrepasa a lo aprobado. Tenemos (cifras en millones de pesos, si, las cifras alcanzan billones):
Para hacer las comparaciones con respecto al PIB, use como fuente el INEGI. Si, amable lector, le aburre verlo así, veámoslo con gráficos:
Aqui, la de ingresos:
Así fue la de egresos:
¿Las comparamos?
Hagamos una lectura a este primer acercamiento, primero que nada, el esfuerzo para que Hacienda recaudara más a través del SAT (más el remanente de operación de Banxico por 239 mil millones) rinde frutos notables en 2016, ponga atención a la línea naranja en la gráfica anterior, los ingresos recaudados superaron con creces a los proyectados, casi 700 mil millones que se percibieron de más. Muchos economistas y todo público que siguen estas cifras recordamos con amargura la Cuenta de 2016 (publicada en 2017), el gobierno, ante el ambiente adverso nacional e internacional se comprometió en marzo de 2015 a "apretarse el cinturón", se habló mucho del "Presupuesto base cero", de una nueva "ingeniería" al gasto para el ejercicio de 2016, pero cuando se publicaron los datos de ese año, descubrimos que no, que los ingresos récord vinieron acompañados de egresos récord, que superaron con creces también el presupuesto aprobado. Fue hasta 2017, ya con Trump en la Presidencia de EEUU y ante la amenaza de rebaja de nota crediticia por las grandes calificadoras que el gobierno al fin contuvo el gasto y ejerció menos.
Otra lectura de 2016, la distancia entre los ingresos estimados y lo gastado, ¡superan el billón de pesos! Se gastó algo así como el 125% de lo acordado inicialmente, con razón amenazaron a Hacienda con degradar la nota crediticia soberana.
Hemos ejercido política procíclica, si bien el crecimiento no ha sido suficiente, ha sido crecimiento a fin de cuentas y se ha gastado mucho, de haber llevado una política contracíclica, en estos momentos tendríamos un margen más amplio para responder a una futura recesión. Margen que se ve muy reducido para el próximo gobierno.
Veamos la comparación con el PIB,
Aquí me gustaría observar algo que no he leído hasta ahora en algún medio económico, el Gasto es un componente de la ecuación básica del PIB, y en este último año, la pendiente del gasto se volvió negativa (decreció el gasto en términos nominales) no así el PIB, que siguió creciendo. Una interpretación sería que los recursos disponibles se reasignaron, o que componentes como las exportaciones (que crece por efecto de la depreciación del peso), el consumo (que muy a pesar de la inflación, no se desploma), quizás que una (siempre) insuficiente inversión sostuvieron el resto del crecimiento.
Si bien, todavía falta ver los resultados de 2018, estoy casi seguro que se repetirá el escenario de 2016, el gasto aumentará mucho, es año de elecciones.