viernes, 30 de diciembre de 2022

Ciudadanos de la humanidad

Por: Mauricio Méndez Campos
La oscuridad es el origen de muchos de los miedos del hombre, es sinónimo de duda e incertidumbre. Cuando nos confrontamos con el exterior, con personas de otras naciones, la ignorancia conduce muchas veces a xenofobia colectiva. El rechazo, el odio al diferente, ¿es que somos tan especiales?
Así como en muchas especies animales, algunos dividen al género humano en varias razas. Algunos, por etnias. O, desde algunos siglos con la formación de los estados modernos, ahora nos reconocemos por las divisiones políticas entre las naciones soberanas del planeta. Entonces, ¿son las naciones soberanas representantes de la etnia mayoritaria que reside en su territorio? Tenemos muchas sorpresas. De hecho, es el origen de muchas guerras actuales.
Exceptuando extranjeros, ¿en China solo hay chinos?, ¿en México solo hay mexicanos?, ¿en Rusia solo rusos?, ¿y qué podemos decir de EEUU? En el primer caso, hay 56 etnias diferentes, siendo la ‘Han’ la mayoritaria, la más importante históricamente hablando y de la que obtenemos el arquetipo del chino amarillo y con ojos rasgados que imaginamos de este lado del mundo. Indudablemente la etnia mayoritaria es la que ostenta el poder político en aquella nación. Lo que actualmente conocemos como Rusia, cuyos ciudadanos ‘eslavos’ nos los imaginamos de piel blanca y pálida, es la herencia política, primero de los soviéticos y antes de los Zares, quienes se expandieron hacia el Este. La Casa de los Romanov absorbieron en el seno de su imperio a cuanta etnia autóctona vivía en los territorios conquistados. Aun así, los eslavos (la etnia mayoritaria) es la que detenta el poder actualmente (para ampliar el panorama, puede revisar la política de ‘Mundo Ruso’ que actualmente impulsa el titular del Poder Ejecutivo Ruso).
El caso americano se cuece aparte. Pongamos atención, las naciones de nuestro continente o son en su mayoría mestizas o inmigrantes. Lo que hoy llamamos “pueblos originarios”, tuvieron en su momento el poder político en sus respectivas áreas de influencia. Veamos, a pesar de que México se considera herencia de los aztecas -que no de la Nueva España-, estos solo tenían influencia en el centro y partes del sur del país. Al occidente, los purépechas, al norte, los chichimecas, en la península de Yucatán, los mayas, en las entrañas de sus dominios, los rebeldes tlaxcaltecas. Con los españoles se experimentó una intensa mezcla de raza y cultura, que hoy conocemos como mestizaje. La mayoría de la actual población mexicana se puede clasificar de esa manera, además de que ostentamos el poder político, ¿y las poderosas etnias precolombinas? Actualmente sin poder político real. A pesar de su muy digno estilo de vida, el racismo dentro de la vida pública de México los conceptualiza de forma injusta como una población pobre y necesitada. 
Estados Unidos, es una república federal con raíces migrantes. Personas desahuciadas en Europa que decidieron buscar mejor suerte en el Nuevo Mundo y que llevaron sus costumbres a las nuevas y vastas tierras. A diferencia de los dominios ibéricos, los colonos desplazaron a los nativos, rara vez se mezclaron con ellos y los exterminaron (recordemos las masacres en California por la ‘fiebre del oro’ del s. XIX).
Hasta este punto hemos establecido tres tipos de naciones, etnias históricas y mayoritarias, mestizas e inmigrantes. De las primeras, hay muchos ejemplos, sobre todo en Asia: japoneses, mongoles, coreanos, indios, persas (iraníes). El caso por mestizaje es similar en toda el área que conocemos como “Latinoamérica”. Finalmente, ejemplos de naciones de inmigrantes como EEUU los encontramos en los integrantes de la Commonwealth.
Pasemos a lo delicado. De los conflictos armados actuales, son pocos los que se pueden considerar contiendas entre dos países (al menos oficial y superficialmente). El caso más célebre y que he referido en este espacio es la guerra entre Ucrania y Rusia. Pero muchos son guerras civiles donde las naciones que se consideran a si mismas ‘potencias’ tienen injerencias. Y varios de esos casos son por conflictos étnicos. Gran parte de los problemas en Medio Oriente surgieron en el periodo entre guerras (1918-1939) en los que el todavía imperio británico repartió los territorios de esa zona, ignorando las configuraciones de los pueblos allí asentados. La ‘papa caliente’ de la región son los kurdos, pueblo repartido en Irak, Siria, Turquía e Irán principalmente que son usados por una u otra potencia en los diversos conflictos que se desarrollan en la región. De hecho, la creación de Israel es parte de ese problema, un país que no existía hasta 1948 impuesto por la potencia colonial de la región. Ya ni que decir de los múltiples conflictos civiles en África. Recuerdo tristemente la masacre de los tutsis por parte de los hutus resultado de odios coloniales porque la minoría (los tutsis) detentaban el poder. O en Myanmar, Yemen, ISIS-Taliban… La vida va más allá de nuestra cotidianidad. Todos ellos conflictos actuales.
A pesar de ser de la misma especie, aún nos despedazamos entre nosotros. El odio, el miedo, propios de criaturas salvajes aún nos dominan. Insistimos en separarnos por etnias, religiones, fronteras políticas. Mientras no nos reconozcamos como miembros de una sola especie no podremos superar los límites naturales de nuestro planeta, no alcanzaremos las estrellas. Superemos los nacionalismos, si, conservemos la parafernalia patriota, pero empecemos a reconocernos como ciudadanos de la humanidad.
¡Feliz año nuevo 2023!

domingo, 5 de junio de 2022

Cíclico y fractal

En una investigación para recuperar algún conflicto similar al que se vive en Ucrania, me tope con el asedio  de parte de los turcos a Viena en 1683, que culminó con la batalla de Kahlenberg en la que el rey polaco Jan III Sobieski al mando de los húsares alados polacos, arrolló a los musulmanes de forma aplastante. Quién esto escribe, está convencido de que el tiempo es fractal, la cadena de eventos que llamamos historia humana se repiten de forma cíclica, así que le sugiero estimado lector, que en todo momento tenga en mente el actual conflicto que enfrentan Ucrania y Rusia.

    A pesar de que de este lado del mundo casi no se le estudie, el Imperio Turco Otomano, fue una potencia que en el cénit de su poder compitió con las poderosas ciudades del norte de Italia por el control del Mediterráneo, controlaba amplios territorios de lo que hoy llamamos Cercano y Medio Oriente. Además de ser el responsable de la caída de Constantinopla en 1453. Después de apoderarse de esta ciudad corazón, las naciones que ocupan la región que conocemos hoy como "los Balcanes" también cayeron en manos turcas. Hacía 1529 Solimán el Magnífico intentó conquistar Viena, la última puerta para conquistar el resto de Europa (y cambiar la historia para siempre). Pero fueron rechazados por una coalición cristiana de alemanes y austriacos. 

    No satisfechos, en 1683 vuelven a lanzar otra ofensiva contra el corazón de Europa. Viena, entonces, era parte del Imperio Romano Germánico, con Leopoldo I como Rey. El ministro turco Kara Mustafá convence al entonces sultán Mehmet IV de iniciar otra vez hostilidades contra los austriacos. Hungría, vasalla de los turcos, quería sacudirse a los Habsburgo, Casa Real de Leopoldo, por lo que acompañaron a los orientales en la cruzada. En el otro bando, los austriacos armaron una auténtica liga cristiana: Carlos V de Lorena, Jorge Federico de Wahlberg de Baviera, el referido Jan III Sobieski, de la mancomunidad polaco-lituana, el propio Rey Leopoldo, entre otros príncipes europeos.

    El asedio comenzó el 14 de julio de 1683. En un encargo prácticamente imposible y suicida, la ciudad queda al cuidado de Ernst Rüdiger von Starhemberg al mando de aproximadamente 20 mil hombres, contra los entre 120 y 200 mil invasores turcos al mando de Kara Mustafá. Los defensores aguantaron embate tras embate durante dos meses con todo tipo de vejaciones. Los turcos se valieron de minas terrestres para tratar de superar las murallas vienesas (levantadas tras el primer asedio de 1529).

    Hasta principios de septiembre, la coalición cristiana alcanza las colinas boscosas de Kahlenberg, al noroeste de Viena para preparar su embestida. Mustafá presta a la mitad de su ejército para ofrecerles batalla, la cual comienza en la madrugada del día 11 de ese mes. A continuación, con base en la investigación realizada para esta entrada, presento un mapa obtenido de Google Maps para presentar las posiciones aquel día.

En azul, un canal del rio Danubio, que aun hoy existe. Sirvió como retaguardia de la posición vienesa. En color morado, las murallas de Viena hacia 1683 (puede fijarse como ha crecido la mancha urbana desde entonces). El punto amarillo representa el campamento turco y las líneas del mismo tinte, sus posiciones de batalla. Se puede visualizar en líneas color verde como la alianza cristiana atraviesa las colinas de Kahlenberg y se baten con la vanguardia oriental.

Fuente: elaboración propia con base en la investigación en curso, principalmente de: https://arrecaballo.es/edad-moderna/el-imperio-otomano/mehmet-iv-el-cazador-1648-87/#segundo-asedio-de-viena-o-batalla-de-kahlenberg-1683


    Desde Dornbach (señalada en el mapa), el rey Jan III Sobieski a cargo personal de tres mil húsares alados, la caballería de élite polaca, junto a otros quince mil jinetes aliados cargan contra las posiciones turcas, arrollandolas en el acto. Imagine el impacto psicológico de ver jinetes con vistosas armaduras saliendo de colinas boscosas que cargan de bajada a toda velocidad, con la moral alta y con su rey al mando. Las líneas turcas prácticamente se deshicieron: en cuestión de horas se llevaron la vida de al menos veinte mil turcos. Kara Mustafá abandonó su campamento junto con todas sus provisiones. Imagine a los defensores vieneses presenciando esa carga, prácticamente un milagro para ellos.
    Los líderes cristianos entraron victoriosos a Viena, donde celebraron una misa en la catedral de San Esteban (señalada en el mapa). Los turcos jamás volvieron a intentar tomar Viena y marcó el fin de su expansionismo en Europa. 

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    De verdad creí que la diplomacia se impondría. Que aparecería un John Kerry o un Henry Kissinger a desactivar las tensiones. Que nada sucedería. La Federación Rusa emprendió una cruzada contra Ucrania arguyendo varios motivos: que si para desnazificar el país, liberar el Donbass, evitar el ingreso de Ucrania a la OTAN, entre otros. Bueno, la "operación militar especial" como la llamo Vladimir Putin va de fracaso en fracaso. Ucrania se está convirtiendo en una victoria pírrica para el ex gigante soviético, un Afganistán 1979,  Chechenia 1999 o Georgia 2008. No lograron conquistar Kiev, van por la ocupación prolongada del sureste del país. En lugar de aprovechar políticamente la reciente humillación militar de EEUU el año pasado en Afganistán, deciden embarcarse en su propio pantano. En lugar de dividir a Europa, logró que Finlandia y Suecia hayan solicitado su ingreso a la OTAN. Al fin, parece que se están formulando políticas para dejar de depender de los hidrocarburos rusos. Ucrania recibe armas e inteligencia militar de los rivales geopolíticos de Rusia, provocando que lo que sería un derrocamiento sencillo se convierta poco a poco en guerrilla.

    ¿Abandoran los rusos sus posiciones en Ucrania u Occidente permitirá que se las queden, como en 2014 con Crimea?, ¿a cargo de quién correrán las reparaciones de guerra?, ¿los oligarcas rusos seguirán manteniendo al megalómano de Putin al mando?, ¿de qué es capaz un personaje así con arsenal nuclear? En el teatro de las relaciones internacionales, todas las naciones que han sido afectadas económicamente por la invasión, ¿no protestaran por las consecuencias? 


Recomiendo el siguiente canal de YouTube de análisis militar, bastante objetivo, con cifras y hechos, aunque pro-ucraniano:

https://www.youtube.com/watch?v=8OM_tOPbEHI&list=PLiVzgcOZurp369RWJrdJ0bkVETeKGBG1_&ab_channel=GmitU-SegundaGuerraMundial


Lecturas de interés:

Se describe detalladamente la batalla de Kahlenberg en esta biografía de Mehmet IV:

https://arrecaballo.es/edad-moderna/el-imperio-otomano/mehmet-iv-el-cazador-1648-87/#

lunes, 31 de enero de 2022

No sucederá

A pesar de que por nombre consideremos que la Primera Guerra Mundial fue tal, lo cierto es que a través de toda la historia de la humanidad han acontecido conflictos que, a su escala, fueron universales. La historia de la siempre conflictiva Mesopotamia, que aún hoy no conoce paz. La empresa conquistadora de Alejandro III "Magno" que abarcó y sometió todo el mundo conocido por los griegos. La expansión hacia todas direcciones de la dinastía Han en China. Roma por todo el Mediterráneo, donde solo el desastre de Teutoburgo los freno de seguir avanzando por el norte de Europa.

    Todos ellos procesos donde el fuerte sometía al débil. Aumentando la escala, las invasiones de los mongoles por toda la heartland (Mackinder, dixit) durante los siglos XII y XIII supusieron un enfrentamiento con las potencias de la época: musulmanes, chinos, indios, coreanos. Japón se salvo por lo que ellos consideran un milagroso huracán y Europa por problemas de agenda debido a problemas sucesorios de los invasores.

    En la modernidad europea, el principal teatro de conflictos, las guerras sucesorias española y austriaca y la Guerra de los Siete Años durante el siglo XVIII empantanó a toda la parte occidental del continente y sus colonias, implicando conflagraciones mundiales. Ni qué decir del XIX, la máxima expansión del poderío británico. Le sorprendería conocer todas las naciones con las que alguna vez el orgulloso imperio inglés mantuvo hostilidades.

    Hay autores como el canadiense Steven Pinker que aseguran que la humanidad es cada vez más pacífica, aunque por todo el mundo pululan ánimos de lucha: Syria, Yemen, Myanmar, Sudán, Burkina Faso, Irak, Afganistán. Y no creerá, estimado lector la que se lían entre China, Pakistán y la India por unos cuantos metros de fronteras. Que Norcorea quiere invadir a la parte sur de la península, los chinos hostigando a Taiwán, y el último escándalo: Ucrania en medio de Rusia y la OTAN.

    Cuando estudiamos la historia, independientemente del gusto que se tenga por ella, el grueso del texto es un compendio de guerras. Haga memoria, solo en nuestro calendario nacional muchos feriados están relacionados con hechos bélicos. Conquistas, batallas, invasiones, exploraciones militares, la humanidad es violenta.  Algunos señalaran al multilateralismo, el oficio diplomático y a una franca interdependencia como la razón por la cual las actuales potencias no emprenden campañas de exterminio mutuo. Es más profundo que eso. Si bien hay teatros de guerra que podemos llamar convencionales en todo el mundo, un enfrentamiento entre Rusia y la OTAN implicaría un aniquilamiento total que a los déspotas y egolatras que gobiernan esas naciones no les conviene. Solo mire esta simulación de una guerra nuclear que elaboró la Universidad de Princeton. No nos extrañemos, es nuestro común denominador.

    A continuación, ideas sueltas para llegar a donde estamos:

*Reflexionemos un poco acerca de la Segunda Guerra Mundial. Tres tiranos y dos grandes democracias. Las democracias terminaron aliadas del totalitarismo más débil de los tres en ese momento: los soviéticos. Si ganaron la guerra, ¿cómo me atrevo a afirmar tal cosa? Bueno, si comparamos las sociedades alemana, japonesa y rusa, piense, ¿qué ciudadanos eran más educados, productivos y con técnica avanzada? Los rusos, eran una población castigada por siglos de (salvo pocos casos) dirigentes incompetentes. Mientras, los nipones tenían el antecedente de la Era Meiji y los germanos del estado que creo Bismarck. Es más peligroso un totalitarismo con ciudadanos capaces y adoctrinados, que ignorantes y vasallos. No es necesario demostrarlo con axiomas: Japón y Alemania fueron hasta la irrupción china, la segunda y tercer economías más grandes del planeta. Como curiosidad, los estadounidenses no dejaron militarmente a esos dos países desde aquella gran guerra, tienen importantes bases militares asentadas allí.

*En Europa, las democracias occidentales destruyeron un dictadura aliándose con otra. Y toda Europa del Este lo pagó caro, ¿cuántas naciones primero quedaron bajo el yugo n4zi y después del soviético? Solo Grecia y Finlandia (que por cierto, humillaron a los soviéticos en 1940) se salvaron de caer en las garras rusas.

*Recordemos ahora la "Operación Impensable" formulada por Winston Churchill, que consistía en atacar a la URSS en caso de que esta sobrepasara su área de influencia acordada en la Conferencia de Yalta. Las hostilidades siempre estuvieron en la mente de los occidentales, recuerde, destruyeron una dictadura sirviéndose de la sangre de otra-

*El poder nuclear, la tentativa latente de aniquilación mutua. El momento de la verdad de que una victoria no sería tal sin un mundo al cual gobernar. Todos los teatros de guerra que hubo en todos los continentes, espionajes, invasiones, golpes de estado, represiones. El pensamiento se llevó a los extremos duales. Ahí tenemos el célebre caso de estudio de las ciencias políticas encarnado en el senador Joseph McCarthy, que emprendió una auténtica cacería de brujas de todo aquel sospechosos de comunismo en EEUU. O los eventos del 68, que si eran en París o Ciudad de México, eran movimientos sociales liberadores, pero si ocurrían en Praga, eran sabotajes de la CIA.

*Al final, tal como dije líneas atrás, la URSS se disolvió. No enlistaré las razones por las cuáles eso sucedió. Siempre he dicho que los chinos nunca conocerán la democracia -al igual que muchas naciones de toda Asia- y es lo mismo para los rusos: nunca la han experimentado. Vladimir Putin tomó el poder desde 1999 y salvo las ocasiones en las que lo ha prestado a Dmitri Medvédev, tiene el destino del país en sus manos.

*En el caso de Ucrania conviven intereses de todos los involucrados. Los ucranianos, con un sentimiento general proeuropeo y, al igual que otras naciones que antes estuvieron bajo la opresión rusa, terminar de sacudirse su influencia. Los alemanes, que quieren asegurar un abasto seguro de gas para su potente industria y claro, para mantener funcionando la calefacción en los hogares en pleno invierno (véase el caso del gasoducto Nord Stream 2 y el serio conflicto de interés del ex canciller Gerhard Schröder que primero impulsó el cierre de centrales nucleares en Alemania para promover el uso de gas y ahora es Presidente de Gazprom, gigante industrial ruso de esa materia prima). 

Los estadounidenses, que no quieren volver a hacer el ridículo después de la desastrosa retirada de Afganistán. Lucieron como un perro rabioso en 2014, después de que Rusia arrebatará la península de Crimea a Ucrania con total impunidad. ¿Quién era el vicepresidente con Barack Obama (es decir, cuando arrebataron Crimea)? ¡Biden! Fueron John Kerry y Serguéi Lavrov quienes desactivaron la crisis. Lo que estamos viendo es la misma película de hace 8 años, en aquella ocasión, los rusos alentaron la guerrilla en el oriente ucraniano con la sospechosa esperanza de provocar una secesión de la parte rusófona. Se apropiaron de un trozo de un país soberano y la OTAN se quedó viendo.

Lo que atestiguamos es un intercambio sordo de declaraciones, en una abierta competencia de lucir más amenazante. ¿Qué desean el Kremlin y la Casa Blanca?, ¿construir otra narrativa noticiosa para darle vuelta al asunto de la pandemia? En el caso de Biden, ¿recuperar el discurso y el liderazgo frente a los problemas domésticos? ¿Acaso Putin quiere erigirse como el único líder posible para Rusia frente al malvado mundo occidental o es que quiere suavizar a la sociedad rusa después de encarcelar y envenenar opositores?

    Si llegaran a desatarse una lucha, la primer consecuencia de este lado sería un aumento de los precios del gas en nuestro país. En caso de una seria escalada, EEUU debería garantizar el suministro al Viejo Continente y el resto de los clientes deberá esperar o pagar más por ello (México es uno de ellos). No sufra, no sucederá.