A pesar de que por nombre consideremos que la Primera Guerra Mundial fue tal, lo cierto es que a través de toda la historia de la humanidad han acontecido conflictos que, a su escala, fueron universales. La historia de la siempre conflictiva Mesopotamia, que aún hoy no conoce paz. La empresa conquistadora de Alejandro III "Magno" que abarcó y sometió todo el mundo conocido por los griegos. La expansión hacia todas direcciones de la dinastía Han en China. Roma por todo el Mediterráneo, donde solo el desastre de Teutoburgo los freno de seguir avanzando por el norte de Europa.
Todos ellos procesos donde el fuerte sometía al débil. Aumentando la escala, las invasiones de los mongoles por toda la heartland (Mackinder, dixit) durante los siglos XII y XIII supusieron un enfrentamiento con las potencias de la época: musulmanes, chinos, indios, coreanos. Japón se salvo por lo que ellos consideran un milagroso huracán y Europa por problemas de agenda debido a problemas sucesorios de los invasores.
En la modernidad europea, el principal teatro de conflictos, las guerras sucesorias española y austriaca y la Guerra de los Siete Años durante el siglo XVIII empantanó a toda la parte occidental del continente y sus colonias, implicando conflagraciones mundiales. Ni qué decir del XIX, la máxima expansión del poderío británico. Le sorprendería conocer todas las naciones con las que alguna vez el orgulloso imperio inglés mantuvo hostilidades.
Hay autores como el canadiense Steven Pinker que aseguran que la humanidad es cada vez más pacífica, aunque por todo el mundo pululan ánimos de lucha: Syria, Yemen, Myanmar, Sudán, Burkina Faso, Irak, Afganistán. Y no creerá, estimado lector la que se lían entre China, Pakistán y la India por unos cuantos metros de fronteras. Que Norcorea quiere invadir a la parte sur de la península, los chinos hostigando a Taiwán, y el último escándalo: Ucrania en medio de Rusia y la OTAN.
Cuando estudiamos la historia, independientemente del gusto que se tenga por ella, el grueso del texto es un compendio de guerras. Haga memoria, solo en nuestro calendario nacional muchos feriados están relacionados con hechos bélicos. Conquistas, batallas, invasiones, exploraciones militares, la humanidad es violenta. Algunos señalaran al multilateralismo, el oficio diplomático y a una franca interdependencia como la razón por la cual las actuales potencias no emprenden campañas de exterminio mutuo. Es más profundo que eso. Si bien hay teatros de guerra que podemos llamar convencionales en todo el mundo, un enfrentamiento entre Rusia y la OTAN implicaría un aniquilamiento total que a los déspotas y egolatras que gobiernan esas naciones no les conviene. Solo mire esta simulación de una guerra nuclear que elaboró la Universidad de Princeton. No nos extrañemos, es nuestro común denominador.
A continuación, ideas sueltas para llegar a donde estamos:
*Reflexionemos un poco acerca de la Segunda Guerra Mundial. Tres tiranos y dos grandes democracias. Las democracias terminaron aliadas del totalitarismo más débil de los tres en ese momento: los soviéticos. Si ganaron la guerra, ¿cómo me atrevo a afirmar tal cosa? Bueno, si comparamos las sociedades alemana, japonesa y rusa, piense, ¿qué ciudadanos eran más educados, productivos y con técnica avanzada? Los rusos, eran una población castigada por siglos de (salvo pocos casos) dirigentes incompetentes. Mientras, los nipones tenían el antecedente de la Era Meiji y los germanos del estado que creo Bismarck. Es más peligroso un totalitarismo con ciudadanos capaces y adoctrinados, que ignorantes y vasallos. No es necesario demostrarlo con axiomas: Japón y Alemania fueron hasta la irrupción china, la segunda y tercer economías más grandes del planeta. Como curiosidad, los estadounidenses no dejaron militarmente a esos dos países desde aquella gran guerra, tienen importantes bases militares asentadas allí.
*En Europa, las democracias occidentales destruyeron un dictadura aliándose con otra. Y toda Europa del Este lo pagó caro, ¿cuántas naciones primero quedaron bajo el yugo n4zi y después del soviético? Solo Grecia y Finlandia (que por cierto, humillaron a los soviéticos en 1940) se salvaron de caer en las garras rusas.
*Recordemos ahora la "Operación Impensable" formulada por Winston Churchill, que consistía en atacar a la URSS en caso de que esta sobrepasara su área de influencia acordada en la Conferencia de Yalta. Las hostilidades siempre estuvieron en la mente de los occidentales, recuerde, destruyeron una dictadura sirviéndose de la sangre de otra-
*El poder nuclear, la tentativa latente de aniquilación mutua. El momento de la verdad de que una victoria no sería tal sin un mundo al cual gobernar. Todos los teatros de guerra que hubo en todos los continentes, espionajes, invasiones, golpes de estado, represiones. El pensamiento se llevó a los extremos duales. Ahí tenemos el célebre caso de estudio de las ciencias políticas encarnado en el senador Joseph McCarthy, que emprendió una auténtica cacería de brujas de todo aquel sospechosos de comunismo en EEUU. O los eventos del 68, que si eran en París o Ciudad de México, eran movimientos sociales liberadores, pero si ocurrían en Praga, eran sabotajes de la CIA.
*Al final, tal como dije líneas atrás, la URSS se disolvió. No enlistaré las razones por las cuáles eso sucedió. Siempre he dicho que los chinos nunca conocerán la democracia -al igual que muchas naciones de toda Asia- y es lo mismo para los rusos: nunca la han experimentado. Vladimir Putin tomó el poder desde 1999 y salvo las ocasiones en las que lo ha prestado a Dmitri Medvédev, tiene el destino del país en sus manos.
*En el caso de Ucrania conviven intereses de todos los involucrados. Los ucranianos, con un sentimiento general proeuropeo y, al igual que otras naciones que antes estuvieron bajo la opresión rusa, terminar de sacudirse su influencia. Los alemanes, que quieren asegurar un abasto seguro de gas para su potente industria y claro, para mantener funcionando la calefacción en los hogares en pleno invierno (véase el caso del gasoducto Nord Stream 2 y el serio conflicto de interés del ex canciller Gerhard Schröder que primero impulsó el cierre de centrales nucleares en Alemania para promover el uso de gas y ahora es Presidente de Gazprom, gigante industrial ruso de esa materia prima).
Los estadounidenses, que no quieren volver a hacer el ridículo después de la desastrosa retirada de Afganistán. Lucieron como un perro rabioso en 2014, después de que Rusia arrebatará la península de Crimea a Ucrania con total impunidad. ¿Quién era el vicepresidente con Barack Obama (es decir, cuando arrebataron Crimea)? ¡Biden! Fueron John Kerry y Serguéi Lavrov quienes desactivaron la crisis. Lo que estamos viendo es la misma película de hace 8 años, en aquella ocasión, los rusos alentaron la guerrilla en el oriente ucraniano con la sospechosa esperanza de provocar una secesión de la parte rusófona. Se apropiaron de un trozo de un país soberano y la OTAN se quedó viendo.
Lo que atestiguamos es un intercambio sordo de declaraciones, en una abierta competencia de lucir más amenazante. ¿Qué desean el Kremlin y la Casa Blanca?, ¿construir otra narrativa noticiosa para darle vuelta al asunto de la pandemia? En el caso de Biden, ¿recuperar el discurso y el liderazgo frente a los problemas domésticos? ¿Acaso Putin quiere erigirse como el único líder posible para Rusia frente al malvado mundo occidental o es que quiere suavizar a la sociedad rusa después de encarcelar y envenenar opositores?
Si llegaran a desatarse una lucha, la primer consecuencia de este lado sería un aumento de los precios del gas en nuestro país. En caso de una seria escalada, EEUU debería garantizar el suministro al Viejo Continente y el resto de los clientes deberá esperar o pagar más por ello (México es uno de ellos). No sufra, no sucederá.
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